Novela Pangie
domingo, 3 de noviembre de 2013
Capítulo 15
Olga: ¡Mi chiquitina! ¿Qué pasó? ¿Por qué lloras?
Violetta: Olguita, no le preguntes nada, yo vi todo lo que pasó (consolando a
Angie). ¡Y vos papá! ¿Cómo fuiste capaz? ¡Sos lo peor! ¡Te odio, te juro que te
odio!
Germán sin mirar a nadie se fue al hotel.
Violetta: Tranquila tía, no llores mas (acariciándole la cabeza)
Ya verás que todo se va a arreglar.
Angie: Lo perdí
Vilu... perdí a Pablo, perdí al amor de mi vida.
Violetta: Olga, traele un sedante para que se calme un poco, yo tengo cosas que
hacer ahora.
Angie: ¿Dónde vas?
Violetta: Ya vengo tía (la besa en la frente) tranquilita... nos vemos.
Violetta comenzó a caminar rápido por las calles buscando a
Pablo para hablar con el y explicarle lo que de verdad había sucedido, pero no
lo podía encontrar. Cuando ya se estaba dando por vencida escuchó cerca de ella
un sollozo que le pareció familiar.
Violetta: ¡Pablo! Te estaba buscando.
Pablo: (llorando) ¿Para qué Violetta? ¿Para corroborarme que Angie sigue
amando a tu padre y que ha estado jugando con mi corazón todo este tiempo?
¿Para eso?
Violetta: No, por favor no digas eso. ¡Angie te ama a vos!
Pablo: No lo creo... entonces decime que hacia besandolo.
Violetta: ¡Ella no lo
besó! El se aprovechó de ella y la besó a la fuerza, yo lo vi todo, te lo juro
por dios.
Pablo: Nosé...
Violetta: Pablo por favor ¡créeme! Lo que te digo es verdad. Si hubieras visto
como quedó Angie de destrozada cuando te fuiste me creerías.
Pablo: No, perdóname, pero estoy muy lastimado como para escucharte (se
levanta de la banca donde estaba y se va).
*En
del departamento de Angie*
Olga: Ya mi angelito... pará de llorar que me destrozás el corazón mi vida.
Angie: No puedo... solo tengo ganas de morirme, sin Pablo no soy nada. Y
Violetta aún no vuelve... mejor la voy a llamar... (marca el número en su
celular).
Violetta: Aló tía
Angie: Vilu ¿dónde
estás?
Violetta: Ehh dando
una vuelta, ¿le podés preguntar a Olga si la paso a buscar para irnos?
Angie: Dice si te pasa a buscar para irse.
Olga: No mi corazón, decile que no. Yo esta noche me quedo cuidándote.
Angie: Dice que no Vilu, no te preocupes.
Violetta: Bueno, yo
igual me iría a quedar con vos esta noche, pero en realidad no sabría muy
bien como volver y ya estoy a un paso del hotel. Además te prometo que mañana
estaré allá muy temprano.
Angie: No te preocupes, está bien.
Violetta: Pero prometeme que vas a estar mejor.
Angie: (suspirando) Voy a intentarlo...
Violetta: Me parece.
Entonces nos vemos mañana. Te adoro.
Angie: Y yo a vos.
Esa noche Angie casi no durmió, lo único que hacía era
llorar abrazada al vestido de novia que Pablo le había comprado e intentar
llamarlo a su celular sin obtener respuesta. Su corazón se destrozaba cada vez
que pensaba en la posibilidad de que este hubiera tomado un vuelo de
vuelta a Buenos Aires sin
retorno.
Al amanecer aún no habían noticias de Pablo y la
desesperación de Angie aumentaba cada vez más al igual que el odio y el rechazo
que sentía por Germán. Seguía en la cama sin ningún deseo de levantarse cuando
de pronto vio entrar a alguien en la habitación; era Violetta.
Angie: Vilu ya llegaste.
Violetta: Si, ya te había dicho que iba a llegar a primera hora... ¿Cómo
estás?
Angie: Igual... Por casualidad ¿has sabido algo de Pablo? ¿Cómo está? ¿Donde
está?
Para no destrozar aún más el corazón de su tía decidió
ocultarle la verdad.
Violetta: Ehh... no
Olga: (entrando de pronto) Buen día mis hermosas.
Violetta: Buen día Olguita.
Olga: (viendo que Angie no mostraba estar mejor) Pensé que tal vez
podríamos ir todas de compras.
Angie: Perdoname, pero yo no tengo ánimo para nada; vayan ustedes.
Necesito estar sola.
Violetta: ¿Pero vas a estar bien?
Angie: Voy a tratar... Cualquier cosa yo te llamo.
Violetta: ¿Estás segura?
Angie: Si Vilu, anda tranquila.
Violetta: Bueno, pero cualquier cosa llamame por favor.
Angie: Tenelo por seguro.
Violetta y Olga por fin se fueron, mientras Angie seguía
sumida en su tristeza e impotencia. Mirando por la ventana nuevamente intentó
comunicarse con Pablo y como este no contestaba le dejó por enésima vez un
mensaje.
Angie: (entre lágrimas) Pablo, ya perdí la cuenta de las veces que te he
llamado... mi amor tenés que creerme. Estés donde estés volve por favor...
Pablo: Acá estoy. (Continúa...)
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