Capítulo 28

En el capítulo anterior...

Algunas horas más tarde, mientras dormía entre los brazos de Pablo; Angie se despertó sin saber porqué, seguido de eso sintió un frío que le recorría la espalda , al darse vuelta su cuerpo y corazón se paralizaron de miedo sin poder creer que estaba viendo lo que estaba junto a su cama.

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Angie: (temblando) Ma... María.

Frente a ella estaba mirándola dulcemente la imagen de María, su hermana fallecida. Esta llevaba un vestido blanco que le cubría hasta los talones y la luz que reflejaba iluminaba todos los rincones de la habitación.

María: No te asustes hermanita, soy yo, María.

Angie: (con mucho miedo) Pepero vos estás mumuerta... ¿qué haces aquí?

María: Vine a verte... quería decirte un par de cosas, pequeñita.

Angie: No puede ser verdad (mirando a Pablo que dormía a su lado) Dejame tocarte.

María: No es posible mi princesa; solo vengo a decirte que estoy muy bien donde estoy ahora, sigo cantando, pero ahora lo hago junto a los ángeles allá en el cielo.

Angie: (con los ojos llenos de lágrimas) Te extrañe tanto...

María: Y yo a vos, pero tenes que saber que siempre he estado a tu lado angelito, nunca te he abandonado. Vine también a darte las gracias por haber recuperado a mi hija y por haberla guiado hasta su verdadera vocación que la hace tan feliz.

Angie: Nono tenes nada que agradecer... todo lo que hago es por amor, por amor a vos y a mi sobrina.

María: Lo se hermanita y también se algunas cosas que quiero que escuches; dentro de un mes recibirás una noticia que te dejará muy impactada, la cual te va a cambiar completamente la vida.

Angie: (preocupada) ¿Qué es?

María: (sonriendo) Siempre tan curiosa, pero no... aún no es tiempo de que lo sepas; también tenes que estar consciente de que después de esta noticia no todo será alegría, se vendrán grandes y graves problemas que tendrás que enfrentar con toda la paciencia y sabiduría del mundo, ya que van a ser tiempos muy difíciles tanto para vos como para Pablo y quienes los rodean.

Angie: ¿Pero vos vas a estar conmigo verdad?

María: (mirándola con amor) Claro que si mi rizitos de oro, siempre voy a estar a tu lado... Bueno, ya es hora de regresar.

Angie: No, no me dejes por favor.

María: Debo volver, yo ya no pertenezco a este mundo. Además vos no estás sola, tenes a Pablo tu esposo que te ama por sobre todas las cosas, también está Violetta, mamá, el resto que te rodea y yo que te sigo adorando con el alma.

Angie: ¿Te volveré a ver otra vez?

María: Tenelo por seguro preciosa.

Angie: (llorando emocionada) Nunca lo voy a olvidar.

María se despide haciéndole señas mientras sonríe, luego de eso su figura se aleja hasta llegar a la puerta de la habitación donde se comienza a desvanecer poco a poco hasta que todo queda a oscuras nuevamente. Angie aún sin poder asimilar la experiencia que acababa de vivir volvió a dormir abrazando a Pablo.

Ya habían pasado dos semanas desde ese entonces; era 14 de Marzo y Pablo ya tenía listas las reservas en un restaurante para celebrar junto a Angie su primer mes de matrimonio, así que ese día se levantó más temprano que de costumbre y le llevó el desayuno a la cama.

Pablo: Buen día mi amor.

Angie: Buen día ¡pero que delicioso se ve todo esto! (al tomar la bandeja encuentra en ella una carta, la coje y la comienza a leer). 

"Angie:

 Se que te sorprende leer esto ya que nunca he sido bueno para escribir, pero creo que esta ocasión lo amerita y si lo tengo que hacer por vos, mis dificultades desaparecen.

 Este mes sin lugar a dudas ha sido el más hermoso de toda mi vida, ser tu esposo es el privilegio más grande y aunque hemos pasado por situaciones no muy buenas durante este tiempo, se que estas han fortalecido aún más nuestro amor. 

 Te amo y mi mayor anhelo es hacerte la mujer más feliz del mundo y por lo mismo estoy dispuesto a cambiar aspectos negativos que tengo como mis celos y mi poca paciencia a veces.

 Sos mi tesoro más preciado.

                                                  Con amor

                                                                     Pablo.

PD: Lo último lo leí en un sobrecito de azúcar." 

Angie: (riendo y con lágrimas en los ojos) Yo también te amo mi amor... (deja la bandeja en un costado, le estira los brazos a Pablo y cuando el los toma ella lo tira con fuerza hacia la cama y lo comienza a besar) Sos lo mejor que me ha pasado en la vida...

Pablo: ¿Eso quiere decir que te gustó mi humilde carta?

Angie: Eso quiere decir que me gustó tu carta, que me gustas vos enterito incluyendo tus celos y tus berrinches de nene chiquito (riendo). 

Pablo: Y a mi me gustas toda enterita incluyendo esos hermosos ojos verdes y esa boquita tan linda que tenes (la besa dulcemente) Y pasa seguir con nuestra celebración te invito a cenar afuera esta noche ¿qué decis?

Angie: Que si es con vos, voy hasta el fin del mundo si es necesario...

Pablo: Te amo, te amo, te amo (la vuelve a besar acariciándole la frente).

Después de desayunar se fueron al Studio y al finalizar el día se dirigieron al restaurante. Después de una velada muy romántica, cuando ya se disponían a volver a casa, Angie comenzó a sentirse muy mal y a marearse, y al levantarse de su silla se desmayó cayendo en los brazos de Pablo quien rápidamente se aproximó para sostenerla. 

                                                 (Continúa...)