Capítulo 29

En el capítulo anterior...

Después de desayunar se fueron al Studio y al finalizar el día se dirigieron al restaurante. Después de una velada muy romántica, cuando ya se disponían a volver a casa, Angie comenzó a sentirse muy mal y a marearse, y al levantarse de su silla se desmayó cayendo en los brazos de Pablo quien rápidamente se aproximó para sostenerla. 

*******

Pablo: ¡Alguien que me ayude por favor!


Enseguida se acercaron varias personas las que tendieron a Angie en el suelo y la hicieron volver conscientemente.


Angie: (tratando de entender lo que había sucedido) Pablo, ¿qué me pasó?


Pablo: Te desmayaste mi amor ¿Cómo te sentis ahora?


Angie: Ehh bien, un poco mareada.


Persona 1: ¿Pero se había sentido así antes?


Angie: No, primera vez...


Persona 2: (mirando a Pablo) Deberías llevarla a médico, hay varios síndromes gravísimos que comienzan con estos síntomas, de hecho mi esposa murió de eso el año pasado. Hay que tener mucho cuidado.


Pablo: (mirándolo con pánico) Gracias...


Cuando Angie se sintió mejor la ayudaron a levantarse y se fue junto a Pablo a casa.

A la mañana siguiente Pablo seguía preocupado por lo ocurrido la noche anterior.


Pablo: ¿Estás segura que te sentis mejor?


Angie: (molesta) Si, ya me lo preguntaste siete veces con esta.


Pablo: Bueno, perdoname si te molesta tanto que me preocupe por vos.


Angie: (sonriendo) ¡Ya! No te enojes conmigo. Es que de verdad me siento mejor...(lo toma por cuello y lo besa).


Pablo: Pero aún así te voy a llevar a médico quieras o no.


Angie: No quiero ir y tampoco me vas a obligar, no soy tu hija.


Pablo: No lo sos, pero te cuido como lo haría si tuviera una.


Angie: Pero no me vas a obligar, no voy a ir a ningún lugar y punto ¡se acabó!


Pablo: ¿Acaso te olvidaste de lo que nos dijo ese hombre anoche? Que esos mareos y desmayos son el comienzo de síndromes?


Angie: (riendo) ¿Y vos le crees a ese tipo?


Pablo: ¿Y por qué no? Si lo dijo es por algo... ¿Angie? ¿Angie? (la mira y se da cuenta de que se puso a cantar y a escuchar música con los audífonos a todo volumen). Claro y después soy yo el de las actitudes infantiles (se va enojado mientras Angie ríe porque se salió con la suya).

Pasaron dos semanas más y ya estaba casi todo listo para la primera función de los shows para juntar fondos y así seguir con el Studio. 

Estaban todos los chicos ensayando junto a Angie sus presentaciones, los primeros en pasar fueron Violetta y León con su canción "Nuestro camino" luego de cantar Angie les corrigió algunos pequeños detalles.


Angie: ¡Muy bien! Vilu, trata de no irte muy rápido en la parte final y vos León controla un poco mejor la energía en el coro, pero en general bastante bien. Los felicito.


León: Gracias Angie (al mirarla antes de ir a sentarse notaron que estaba un poco extraña, se afirmaba del trípode y tenía una mirada desorientada).


Violetta: Angie, ¿te sentis bien?


Angie: Siento que...


León: ¡Angie! (corre hacia ella para sostenerla al ver que se estaba desmayando).


Camila: ¡Chicos! Hay que buscar ayuda.


Andrés: ¿Ayuda para qué? Lo que necesitamos es un príncipe para que la bese, ¿no ven que se quedó dormida como la bella durmiente?


Francesca: ¡Se desmayó, Andrés! ¡no está dormida!


Maxi: Bueno, pero hagamos algo.


Marco: Vayamos a buscar a Pablo.


Maxi: ¡Vamos! (ambos salen y van a la sala de profesores).


Gregorio: (molesto al ver que los chicos entraron corriendo sin tocar la puerta) ¿Y ustedes quienes se creen? En sus casas no les enseñan a...


Maxi: (interrumpiéndolo) ¡Pablo, tenes que venir! ¡Angie se desmayó!


Pablo: ¿Angie?


Marco: No, mi abuela... (Maxi lo golpea con el codo) Perdón digo si, Angie se desmayó.


Pablo sale corriendo junto a los chicos hacia la sala de canto.


Pablo: ¡Angie, mi amor! (se aproxima hacia donde los chicos la tenían).


León: Estábamos terminando de ensayar, notamos que se estaba sintiendo mal y de pronto se desmayó.


Pablo: ¿Pero se alcanzó a golpear la cabeza?


León: No, yo corrí a sujetarla y no se lastimó, después la tendimos en el piso.


Pablo: Gracias, Violetta por favor anda y trae alcohol para que vuelva con el olor.


Violetta: Voy (sale y vuelve con una pequeña botella) Acá está.


Pablo saca la tapa y acerca el envase a la nariz de Angie hasta que esta abrió los ojos lentamente mientras miraba extrañada todos los rostros que la observaban atentos y expectantes, incluido el de Ludmila que la estaba abanicando con unas partituras.

Angie: (riendo) ¿Qué miran tanto con esas caras? ¿Pasó algo? (todos rieron).


Pablo: Te desmayaste nuevamente mi vida, todos estábamos preocupados por vos.


Violetta: ¿Nuevamente? ¿Ósea que ya se había desmayado antes?


Pablo: Si, y la señora se negó rotundamente a que la llevara a médico.


Francesca: Angie, tenes que ir lo antes posible.


Naty: Mañana tienes que estar perfecta para el show.


Angie: Bueno, pero primero podrían levantarme del piso ¿no les parece? (entre todos la paran y la sientan en una silla).


Pablo: Chicos, les quiero agradecer por haberla atendido, por su preocupación y por haberla cuidado mientras me fueron a buscar.


Francesca: No te preocupes Pablo, Angie es nuestra profesora, la queremos y correspondía hacerlo.


Andrés: ¿Y el beso de la bella durmiente? (todos ríen y comienzan a gritar a coro ¡El beso! ¡El beso!).


Angie: (sonrojada y riendo) ¡Ya basta!


Pablo: (se acerca a Angie y la besa tiernamente mientras todos gritan de la emoción) Bueno, ya terminó la clase pueden retirarse y prepárense muy bien para mañana (todos se despiden de Angie y salen).


Pablo: Ya señora Ángeles, ahora nos vamos directamente a ver al médico.


Angie: No quiero (haciéndole pucheros).


Pablo: Lo siento mucho, pero esta vez esa carita no te va a salvar (la toma de la mano y la lleva al Angiemóvil).


Al llegar al hospital, el médico la mandó a hacerse unos estudios y mientras esperaban los resultados, los nervios los mataban tratando de adivinar cual sería la enfermedad que se ocultaba tras los desmayos de Angie. 
Cuando el médico los llamó nuevamente entraron rápidamente para terminar con su angustia.


Médico: Señor Galindo y Señora Carrará tomen asiento por favor.


Pablo: (angustiado) Doctor necesito saber que tiene mi mujer, diganos se lo suplico.


Médico: (serio) Bueno, lamentablemente tengo que informarles que la enfermedad de la Señora Ángeles no es muy común, se caracteriza por ser bastante grave e incurable; ella padece de...
                                            

                                                            (Continúa...)

PD: Además de agradecerles un montón sus visitas, me encantaría que aportaran con ideas para poder así seguir con la historia ¡todas sus ocurrencias, hasta las más locas sirven! Me las podes dejar como comentarios o bien escribirme a mi twitter @NataBaroni.

OJO: Si me ayudan, muy pronto habrán nuevas sorpresas. Un abrazo grande. NB.