Novela Pangie
domingo, 3 de noviembre de 2013
Capítulo 16
Al darse vuelta vio a Pablo que estaba tras ella con los
ojos hinchados de tanto llorar, casi igual que los de ella.
Angie: ¡Pablo! al fin volviste (llorando aún más) amor... tenes que creerme,
el me besó a la fuerza yo no quería y...
Pablo: Te creo
Angie: ¿Ahh? (con
desconcierto).
Pablo: Eso, que te creo (sonriendo). Ayer Violetta me fue a buscar y me
explicó como fue todo, pero como estaba tan mal no fui capaz de escucharla y
hoy... Germán fue a hablar conmigo, reconoció su error y trató de disculparse.
Angie: Yo...
Pablo: Vos no digas nada mi amor, soy yo el que reaccionó mal, el que actuó
sin pensar, el que no te contestó las llamadas, el que te abandonó; soy yo el
que tiene que pedir perdón.
Angie: No digas eso... yo también tuve algo de culpa, no debí acercarme sola a
hablar con Germán; es un loco y se aprovechó de eso.
Pablo: Bueno, pero
a estas alturas no vale la pena discutir eso ¿no crees? (sonriendo).
Angie: Opino lo
mismo que vos (aún si poder creerlo le estira los brazos como una nena chiquita
cuando quiere que la carguen y el correspondió a su abrazo mientras se besaban
dulcemente). En algún momento llegué a pensar que nunca más volveríamos a
repetir esto (volviendo a llorar) te juro que sin vos no soy nada Pablo...
Pablo: Yo tampoco puedo ser feliz si no te tengo a mi lado princesa.
Angie: Por favor no dejemos que nunca nadie más se interponga entre nosotros.
Pablo: No va a volver a suceder, te lo prometo (la vuelve a besar y es ahí
cuando...)
Violetta: (tosiendo)
¡A ver, a ver! Parece que me perdí de algo (Angie y Pablo se separan y
ríen).
Pablo: Parece que si, pero llegaste en el mejor momento (riendo).
Angie: ¡Pablo! (lo tira de una oreja suavemente).
Violetta: ¡Es que no lo puedo creer! (los abraza a ambos) que feliz me pone verlos
juntos nuevamente.
Angie: Y no te
imaginas la alegría que siento yo.
Violetta: ¿Lo ves? Todo se iba a solucionar, ustedes nacieron para estar juntos.
Pablo: ¡Pero que buena consejera sentimental te has vuelto Vilu!
Violetta: (riendo)
Hago lo que puedo con tal de verlos felices porque los adoro un montón (los
vuelve a abrazar).
Angie: ¿Y ya
compraron algo para almorzar? Si quieren yo cocino.
Violetta: ¡Che, pero como te subió el ánimo en cosa de minutos a vos eh! (los
tres ríen).
Angie: (mirando a Pablo) Si estoy junto al amor de mi vida todo anda bien.
Pablo: Te amo...
Violetta: (interrumpiendo la onda romántica) Aww ya me van hacer llorar
ustedes... Yo mejor me voy a adelantar algo en la cocina con Olga.
Angie: Bueno, yo también voy (Violetta sale y Angie se encamina a seguirla).
Pablo: ¡Hey! ¡Hey! Alto ahí señorita (tomándola por la cintura) Vos me debes
unos mimos, nose si te acordas... ahh y un premio también.
Angie: ¡Que buena
memoria eh! (Pablo asiente mientras ella lo abraza y se le encarama para que la
cargue en brazos).
Pablo: ¿No pensas
que ya estás un poquito grande para eso? (riendo).
Angie: No, aún soy una nena chiquita (Pablo ríe a carcajadas) ¿De qué te reís
vos?
Pablo: ¡Jajaja de nada, de nada! (la carga y la besa mientras le hace
cosquillas; así estaban cuando de pronto llaman a la puerta y como ni Olga ni
Violetta iban a atender, fueron ambos a ver quien era, al abrir vieron a
GERMÁN).
Angie: (repentinamente
alterada) ¿Se puede saber que haces vos aquí? ¿Qué pretendes? ¿Arruinar
nuevamente mi felicidad? (Pablo trata de calmarla).
Germán: Angie, en realidad yo venía a pedirles disculpas a ambos... Pablo me
dijo que podía venir.
Angie: (mirando a Pablo) ¿Ósea que vos sabías?
Pablo: Si, sabía y le dije que si porque pienso que lo más sano es que las
cosas deben quedar claras de una buena vez.
Angie: (guarda silencio y luego suspira) Bueno, si es así entonces pasa.
Los tres se sientan en el sofá mientras que Violetta y Olga
tratan de escuchar detrás de la puerta (¡Que feo!).
Germán: Debo reconocer que en realidad yo estuve muy mal...
Angie: (interrumpiendo)
¡Ja! al menos lo reconoces.
Pablo: (le acaricia el hombro) Amor, dejalo terminar.
Angie: ¿Y ahora vos lo defendes?
Pablo: No lo estoy defendiendo... Continua Germán.
Germán: Y bueno, yo después de esto comprendí que estaba equivocado y que no
tengo derecho a destruir lo que ustedes han construido hasta ahora.
Angie: ¡Exactamente!
Pablo: Amor...
Germán: Y también
entendí que yo soy el capitán del primer barco que perdió a su pasajero para
siempre...
Angie: ¡Por fin lo comprendiste!
Germán: Por esto mismo quise venir a pedirles disculpas por lo que sucedió,
asumiendo toda la culpa que me corresponde y también... desearles lo mejor en
su futura vida matrimonial porque después de todo somos y vamos a ser familia
(mirando a Pablo).
Pablo: Te agradezco que hayas venido hasta acá para aclarar este asunto, era
lo más adecuado.
Angie: Realmente era lo mínimo que tenía que hacer.
Germán: No tenes nada que agradecer Pablo, y si... Angie tiene razón, es lo
mínimo que puedo hacer.
Angie: Sorprendentemente le encontras la razón a otra persona; ¡Te felicito!
¡Gran avance! ¿Querés que te aplauda también? (Pablo intenta disimular una
pequeña risa que se le escapa).
Germán: Ehh bueno yo ya me voy. Solo venía a eso (se levantan, les extiende la
mano para despedirse, Pablo responde mientras que Angie lo hace de mala gana
luego, de eso se va).
Pablo: Es mejor así mi amor... aunque seas peleadora y no dejes terminar las
ideas cuando la gente habla (sonriendo y besándola en la frente).
Angie: ¡Lo odio!
Pablo: Eso tampoco
está bien; el ofreció sus disculpas y lo más adecuado es que las aceptemos, lo
importante ahora es que estemos más unidos que nunca contando los días para nuestra
boda.
Angie: (acariciándole el rostro) Te amo tanto mi Pablo...
Pablo: Y yo mucho más mi vida.
Angie: ¡Error! Yo
te amo más.
Pablo: ¡Equivocada! ¡Yo más! (ambos ríen).
Angie: Lo mejor es que estamos juntos...
Pablo: Y para siempre (la toma por la cintura, le corre el pelo de la cara y
la besa larga y dulcemente).
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